Dejando de lado las tareas de mantenimiento técnicas, reparaciones o sustitución de piezas de los dispositivos de calefacción, bien sean por aire o mediante calefactores eléctricos por resistencia, circulación de agua, etc. Hay una serie de tareas que podemos realizar habitualmente y que ayudarán a mantener una mayor vida útil de los aparatos de calefacción, e incluso mejorarán la higiene de nuestro hogar o puesto de trabajo.
Limpieza exterior del dispositivo
Con la ayuda de un paño, es recomendable limpiar el exterior del aparato cuando esté apagado, especialmente en las zonas de emisión de calor. Por un lado estaremos mejorando la higiene de su superficie, pero además si evitamos que se formen capas de suciedad, el proceso de calentamiento será más rápido y eficiente. En aquellos calefactores que tengan ranuras de difícil acceso, podemos ayudarnos de un cepillo suave que nos ayude a alcanzar esas zonas.
Limpieza de filtros
En aquellos sistemas de calefacción por aire, es recomendable realizar una limpieza de filtros, ya que en muchos casos se acumula polvo y suciedad. La limpieza del filtro mejora el funcionamiento del dispositivo y alarga su vida útil, al no tener que realizar tanto esfuerzo a la hora de mover el aire. Además ayudará a mantener un ambiente más limpio. Esto es especialmente importante en hogares con personas alérgicas.
Mantenimiento de calderas y revisión de equipos
En aquellos casos en los que se usen sistemas centrales, es de vital importancia realizar una revisión técnica del aparato, especialmente recomendable antes de comenzar la época fría en la que su uso será más continuo. Así nos evitaremos sorpresas en momentos en los que nos resulte más necesario. Además durante estas revisiones se pueden detectar fallos que estén produciendo un exceso de consumo o un funcionamiento forzado del dispositivo, lo que provocaría mayores problemas y un desembolso económico mayor en el futuro. Si además en cualquier momento de su funcionamiento se detecta algún funcionamiento fuera de lo habitual como sonidos u olores extraños, es muy importante avisar al técnico lo antes posible para evitar daños may0res.
Limpieza y mantenimiento de mandos de controles
Entre las rendijas y botones de los mandos se suele acumular suciedad. Con la ayuda de una servilleta podemos retirar de manera suave restos y limpiar suavemente el exterior del mismo.
Además es importante revisar el estado de las baterías, especialmente aquellos que pasan un largo tiempo sin usarse. Cuando dejamos pilas puestas en un mando y pasa un largo tiempo sin usarse, a veces se producen pérdidas de ácidos de las mismas que dañarán los contactos y estropearán el mando. Por ello si vemos que el aparato no funciona, lo primero que debemos hacer es detectar que no sea un problema del mando a distancia.